No te culpo... cometí demasiados errores como para contarlos todos y cada uno.
Era una tarde de Enero; los labios frios y resecos, las manos entumidas y el estomago hecho un nudo. Te vi diferente, bajo una luz distinta. Intercambio de miradas, tenias mucho que decir, nada mas que sentir. La boca no te paraba, me decias y me decias... No escuche nada mas que el click en mi cabeza. Todo cambio, te amé como no amaría a nadie, como no he amado. Ese día, en ese momento; fue ahi que te nombré el amor de mi vida...